Desde hace unos meses encuentro entre las escuelas con las que trabajo muchas preguntas sobre instalaciones. Pero, ¿qué son realmente las instalaciones?
Tengo que admitir que este termino lo he oído hace relativamente pocos años, pero el sentido lo llevo viendo desde mi época académica.
Como ya os decía en mi presentación de este blog, estudié en el Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle, y en él encontré a Javier Abad y Ángeles Ruiz de Velas autores del libro El Juego simbólico (Gráo, 2011).
Javier fue a la primera persona que oí hablar de instalaciones, si bien, no desde el primer momento. ya que existe un gran recorrido y exploración para llegar a acuñar este termino y darle el sentido que hoy en día todos reconocemos.
Por eso, cuando empecé a escribir este post me puse en contacto con ellos para que me ayudasen a transmitiros mejor todo este mundo.
Muchas escuelas utilizan el termino «instalación» como una palabra más, algo que se ha puesto de moda y simplemente les hace parecer más creativo (un marketing engañoso desde mi punto de vista). Instalación no es colgar algunos papeles de periódico del techo y decirle a los niños ve y juega. Tiene mucho más que pensar, más que hacer y más que ofrecer al niño.
Al hablar coincidimos en esta preocupación, en como se esta desvitalizando el término de tal manera que se pierde la esencia y sobre todo, la importancia de este trabajo que ofrecemos a los niños.
«La instalación propone un espacio simbólico para representar una idea o mensaje intencionado. Se articulan las especiales condiciones del lugar y de los objetos que sirven de soporte y son mediadores del discurso del artista. No necesariamente se configuran para su transformación por parte del espectador, pero debe permitir «entrar en juego» a través de su interpretación e interpelación (Abad 2014)
Es un termino que viene del arte contemporáneo que los maestros estamos llevando a las aulas de infantil e incluso aparece en espacios de museos para ofrecérselo a los niños.
Javier y Ángeles nos hablan que son los profesores los escenógrafos de un mundo para los niños, en el que crean el contexto y ofrecen los materiales y después deben quitarse de en medio para que sean ellos los que los transformen y le den un nuevo sentido.
Siempre me ha fascinado el termino de arquitectura efímera, lo digo mucho en mis curso de formación y lo práctico en los centros con los que trabajo. Cuando ofrecemos espacios a los niños tenemos que ser conscientes que ellos serán los que cogerán el mando de todo, los que lo moldearan a su gusto y los que lo jugarán y requetejugaran hasta agotarlo. si es que alguna vez esto llega a pasar.
El termino instalación como ya he dicho viene del arte contemporáneo y por tanto, existe y se debe al arte, al ojo artístico y a buscar tanto la belleza como la interacción del público con la misma.
Cuando queremos crear una instalación todo cuenta. Hacemos un espacio de juego y disfrute para el niño, pero dando lugar para que se exprese para que él mismo pueda ofrecer algo. Tan importante nos va a resultar el comienzo como el final de la actividad, dónde será el niño el que deje su huella, su marca de haber pasado por allí.
Hay eu buscar el sitio adecuado, mirar la luz, el brillo de los objetos, pensar en que queremos contar, en la historia que va a resumirse en una sola imagen que será la que quede en sus retinas al ver por primera vez la instalación, y al despedirse de ella. Debemos saber que queremos provocar en ellos.
«En las instalaciones se presentan los objetos desde un sistema de orden (formas geométricas o mandalas) para que los niños entiendan la existencia de una ubicación o referencia inicial»
Debemos utilizar los materiales adecuados, crear nuestro propio material, buscarlo de la naturaleza o utilizarlo de su vida cotidiana. Siempre debemos contar con el número suficiente de material para que pueda utilizarse de manera colectiva o individual.
Ese espacio se vuelve mágico y único, porque cada grupo que pase por allí, cada persona, lo hará suyo y se llevará tanto su emoción como su actuación en ello.
La vida nos lleva por il caminos que muchas veces no entendemos, yo he tenido la suerte de encontrar en el mío a grandes personas como Javier y Ángeles, personas que marcaron mi vida estudiantil y por lo tanto mi vocación. es una gran alegría que ahora sus enseñanzas estén «de moda», porque son necesarias para cambiar la educación infantil y nuestra visión hacia los niños.
Daros las gracias desde aquí por compartir conmigo vuestros conocimientos y tiempo sé que es poco, pero como grandes maestros que sois seguro que os sentiréis felices de saber que llegáis cada día a más personas.
Espero con este pequeño post os haya aclarado alguna que otra duda, lo demás tendremos que verlo en los cursos de formación.